Nuestra racionalidad en pleno siglo XXI
Cultura desbordada por
el cemento bruto del consumismo voraz sin dirección. El Teatro Marsano
es su próxima presa. Ya tomaron la avenida Salaverry y
sacrificaron aéreas verdes y árboles frondosos. Miraflores quiere hacer un
forado debajo del parque Kennedy para albergar autos con dióxido de carbono. Donde están los defensores
de la cultura y el orden natural de nuestras ciudades? El país que
no protege su patrimonio cultural, será arrastrado por las
hordas salvajes del
capitalismo ávido de ganancias y
se convertirá en un paria sin identidad.
Los trasformes de grúas y
mezcladoras en camiones de empresas del cemento, han invadido nuestras ciudades
y están convirtiendo -a lima en especial- en el palacio de la frialdad del cemento
de los centros comerciales y edificios por doquier para seguir con los tentáculos
del poder factico que solo usufructúa los beneficios del capital. Es el frenesí
del cemento bruto codicioso por los bolsillos de los limeños y peruanos zombis
de una formula llamada dizque modernidad global. Los usuarios somos zarandeados al antojo de
este poder sin gritar ni poder reclamar al estado que está ciego, sordo y vive
como ausente. Nuestro sistema de gobierno es un títere del poder factico.
Los traficantes de tierra
hacen su agosto y viene destruyendo las ruinas, templos sagrados de nuestra historia
ante la vista gorda de las autoridades. Todos por el vil dinero que atrapa conciencias
y las envilece.
JORGE MUGUERZA
Un gladiador solitario